Práctica 2. La canción de los lunes

La música...

¿Qué sería de la vida sin música? Me lo pregunto tantas veces... Puede parecer un tanto exagerado, pero, ¿cuántos sentimientos se expresan a través de una canción? ¿Cuántas declaraciones de amor, de odio, de despecho o de arrepentimiento (o de todo lo que se nos ocurra) hay detrás de algunas letras? Cuando conduzco, sea más corto o más largo el trayecto, es imprescindible para mí escuchar música, cantar cada canción y, sobre todo, sentir su mensaje. 

La música es un lenguaje del alma, una forma de expresión que trasciende en el tiempo y que es capaz de hacernos experimentar todo tipo de emociones. Un melodía tiene la capacidad de dibujar paisajes en nuestra mente. Un momento, ¿dibujar? ¿Podemos relacionar las canciones con imágenes? Más concretamente: ¿somos capaces de establecer una conexión entre una canción y una imagen concretas? Recapitulemos: escribo (y afirmo) que una melodía puede trazar imágenes en nuestra mente, pero, ¿y una pintura? ¿Puede evocarnos un cuadro a una canción? Sí, puede hacerlo sin palabras, susurrándonos historias gracias a las imágenes.

Las dos artes, música y pintura, capturan sentimientos universales; aquellos que han propiciado la existencia de las mejores obras literarias, de las mejores canciones o de los mejores cuadros o fotografías. Una pincelada difusa, un acorde vibrante, la melancolía de los colores desvanecidos en un cuadro... El arte, en cualquiera de sus expresiones, nos invita  sentir, a reflexionar y, en ocasiones, a sentir que estamos ante un reflejo de nuestra historia. 

Para la práctica de hoy, he escogido la canción El viejo (2001), de la banda de rock uruguaya La Vela Puerca, y la obra El retorno del hijo pródigo (1662), de Rembrandt.





                                                            El retorno del hijo pródigo (1662), de Rembrandt 



Si de temas trascendentales se trata, en la canción de El viejo se hace una reflexión del peso que tienen las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida. El protagonista es un hombre mayor, de ahí el título de la canción, que ve como su vida se ha ido desgastando con el paso del tiempo, pero, sobre todo, a causa de las elecciones que ha hecho. En esta letra, exenta de sentimentalismos, percibimos el eco de una vida que se escapa en la que este "viejo" ha desaprovechado, una por una, todas las buenas oportunidades que se le ponían por delante y que nunca volverán. 

En la canción, el personaje central es descrito como "un pajarito" al que no pueden encerrar, es decir, alguien incapaz de escapar de su propio destino que, en este caso, es la perdición de una persona cuya vida está marcada por las adicciones y, como hemos mencionado, a sus malas decisiones. 

El cuadro de Rembrandt, a pesar de pertenecer a una época bien distinta, se puede relacionar con la canción de la banda uruguaya. En tema principal de esta pintura es el regreso a casa del hijo pródigo después de haber malgastado todo el dinero que recibió de una herencia. En la composición vemos que se abraza a su padre buscando su perdón y mostrando su arrepentimiento por las malas decisiones tomadas.

Ambas obras hacen una reflexión acerca del arrepentimiento, sobre las consecuencias que tienen para las personas las elecciones que van haciendo a lo largo de su vida con la única diferencia que, en la canción, se muestra a una persona para la que ya es demasiado tarde y ya no puede hacer nada por subsanar sus errores y, por el contrario, en la pintura de Rembrandt, se ofrece un mensaje de redención.


Mismo tema, distinta época y distinta expresión artística. Ojalá que la vida nos siga dando la oportunidad de dibujar melodías y poner música a las imágenes. Feliz lunes, feliz vida.














Comentarios

Entradas populares